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Acerca de las WAK'AS

Foto do escritor: Adrián ILave IncaAdrián ILave Inca


Todos los investigadores coinciden en definir en términos generales huaca como:

“entidad sagrada”, que involucra cosas, personas, lugares, etc. Sumemos a las definiciones de los diccionarios de evangelización otras procedentes de los textos de extirpadores. El padre Arriaga en su tratado nos habla de:


...Idolos, que los más eran de piedras de diversas figuras, y no muy grandes y no ay que admirarse que en cosas tan pequeñas reconociessen deidad los indios [...] estas figuras y piedras son imágenes, y representación de algunos cerros, de montes y arroyos, o de sus progenitores, y antepasados, y que los invocan y adoran como a sus hazedores, y de quien esperan todo su bien y felicidad...” (Arriaga 1984[1621]: 11).

Y continúa:

“Adoran a mamacocha, que es la mar [...] le piden en particular que no les deje enfermar y que buelvan presto con salud y plata de la mita [...] A los puquios que son los manantiales y fuentes [...] especialmente donde tienen falta de agua pidiéndoles que no se sequen [...] Las sierras nevadas que llaman razu [...] o rao o ritti que todo quiere dezir nieve [...] Invocan a Huari que dizen es el dios de las fuerças quando an de hazer sus chacras o casas para que se las preste” (op. cit: 23/4).

Las fuentes aluden a otros tipos de huacas como los cuerpos de los gemelos que mueren en el parto o los niños nacidos de pies; si nacen con vida los consagran a una deidad e incluso podían sacrificarlos en honor a esa deidad, en particular al Rayo (Illapa o Libiac):


“También llaman Illapa a los niños geminos que salen dos o más de un vientre los suelen sacrificar a los rayos y truenos diziendo que son sus hijos (Albornoz 1989 [1583]: 168).

En el pueblo de Santa Magdalena] tenían todos por su huaca principal al Rayo, a quien dedicaban todos los abortos, los nacidos de pies y lo que nacían dos de un vientre” (Hernández Príncipe 1923 [1622]: 65).

“...quando salen dos maçorcas juntas [...] a estas llaman huatayzara o aryhuayzara [...] bailan con ellas y acabado el baile las queman y sacrifican a Libiac para que les de buena cosecha...” (Arriaga op. cit.: 27).


De modo que la huaca, existe en la naturaleza, pero también puede ser construida por el hombre, se encarna en el ámbito de la naturaleza y de la cultura, doble existencia que daría cuenta de un modo de pensar analógicamente al mundo natural, social y sobrenatural como un todo integrado en una compleja red de equivalencias.

Otra particularidad que se comprueba a través de las fuentes es la existencia de una estructura jerárquica: hay huacas menores vinculadas al culto familiar , las conopas (huacas móviles) que se heredan de padres a hijos, huacas locales ligadas directamente al antepasado fundador de cada etnia, y huacas mayores, antepasados de quienes detentan el poder estatal, que eran reconocidos por todo el pueblo. Esta organización jerárquica estaría en consonancia con la identificación entre las entidades sagradas y el orden social existente, orden que tendría su fundamento en los antepasados:

“...había otra muchas guacas particulares adoradas no de todos, sino de aquellos a quienes pertenecían; como las de las provincias sujetas al Inca, que eran adoratorios solo de sus naturales y los cuerpos de los muertos de cada linaje, a los cuales reverenciaban solo sus descendientes” (Polo de Ondegardo 1918 b [1570]: 43)


En este sentido el culto a las huacas está indisolublemente unido al culto a los fundadores de los linajes, de hecho podríamos pensar a todos los tipos de huacas, de un modo u otro, como expresión del culto a los antepasados. La relación de los incas con sus antepasados sagrados se evidencia en el hecho de que los nombres de las tres deidades principales del panteón:

Wiracocha (el “Hacedor o Formador del mundo”), Inti-Punchao (identificado con el Sol) e Illapa (identificado con el Rayo, el Trueno y el Relámpago), se aplicaban en diversas ocasiones al Inca y, además, los tres tendrían formas de representación antropomorfas:

“[El Inca Yupanqui] puso el estatua del Hazedor de oro del tamaño de un muchacho de diez años; el cual hera figura de un hombre puesto de pie, el braço derecho alto con la mano casi cerrada y los dedos pulgares y seguros altos, como persona que estaba mandando” (Molina 1989 [1573]: 59).


“Ynca yupanqui hizo hacer casa al Trueno; hizo hacer una estatua de figura de un hombre de oro, y hizo poner en el templo[...] con las del Sol y Hacedor” (Molina op. cit.: 62).

...Punchao ynca, que era el Sol y pachayachachi (Viracocha) que era otro ídolo figura de hombre [...] y otro ydolo llamado Chuquiylla Yllapa que era la huaca del Relámpago y Trueno y Rayo la cual era forma de persona...” (Molina op. cit: 67).

El culto a los ancestros sería, justamente, el punto de articulación de lo natural, lo social y lo sobrenatural en un complejo que involucraría antepasados míticos, pacarinas (lugares de origen), huancas y huauquis (huacas de piedra), mallquis (cuerpos de los muertos) y conopas (huacas domésticas móviles de diversas formas y materiales):


“Adoran a las pacarinas que es de donde ellos dizen que descienden. [...] “Después de las huacas de piedra la mayor veneracion, y adoracion es la de sus mallquis que en los llanos llaman munaos, que son los huesos o cuerpos enteros de sus progenitores gentiles, que ellos dizen que son hijos de las huacas los quales tienen en los campos en lugares muy apartados, en los Machays, que son sus sepulturas antiguas [...] Tienen estos mallquis sus particulares sacerdotes y ministros y les ofrecen los mismos sacrificios y hazen las mismas fiestas que a las huacas. [...] Los Conopas que en el Cuzco y por alla arriva llaman Chancas [...] y las llaman tambien Huacicamayoc, el mayordomo o dueño de la casa, estas son de diversas materias y figuras aunque de notable en la color o en la figura [...] Las conopas se heredan siempre de padres a hijos [y] se les da la misma adoracion que a las huacas, solo que la de estas es publica y comun a toda la provincia , de todo el pueblo, de todo el ayllo, según es la huaca y la de las conopas es secreta y particular de los de la casa. Este culto o veneracion o se la dan ellos mismos o llaman al hechicero” (Arriaga op. cit: 24/5).


FUENTE: La imagen sagrada y sacralizada. Instituto de Investigaciones Estéticas. UNAM, MÉXICO, 2011.

Las huacas andinas: lo sobrenatural viviente DE María Alba Bovisio (Facultad de Filosofía y Letras/Universidad de Buenos Aires)

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