EL COLOR DE LA WAK’A Y SU BELLEZA VISTA DE LOS DOS LADOS:
- Adrián ILave Inca
- 27 de jan. de 2022
- 2 min de leitura

En épocas prehispánicas la percepción de lo bello podía llegar a ser también WAK’A. Es así como nos explica este anecdótico análisis hecho por Sylvia-Lyn Hilton y Amancio Labandeira Fernández , sobre la observación de una rara Wak’a de piedra roja (parecida al color de una víscera) por un grupo de españoles y originarios. Al mismo tiempo la observación de este escenario por el Inca Garcilaso de la Vega, desde los dos lados, como mestizo:
..."sobre una piedra extraña hallada en 1556, no sólo nos dice Garcilaso que «el color propiamente era color de bofes», sino que nos revela un aspecto de su sensibilidad dual de mestizo al comentar que en Cuzco los españoles miraban la piedra «por cosa maravillosa» y los indios «la llamaban huaca, ... es decir, admirable, cosa digna de admiración por ser linda, como también significa cosa abominable por ser fea», y termina diciendo «yo la miraba con los unos y con los otros»; es decir que, teniendo conciencia de que indios y españoles veían e interpretaban el mundo de distinta manera, él participaba de ambas".
Con este interesantísimo relato, podemos concluir que la palabra WAK’A, así como otras como PACHA, MUNAY, entre otras, abarcaban muchos significados, desde lo sagrado a lo terrenal. La belleza expresada excelsamente así como la fealdad, eran parte de esa sorpresa que generaba el objeto bajo los ojos del observador andino. La rareza también acompaña a la labor que ejecuta la belleza del sagrado objeto, que deja perplejo a quien cree en él o ella y hace de su existencia un transmisor de su espiritualidad.
Una vez más las Wak’as nos sorprenden, brindándonos mensajes y temas de debate. Cada piedra rara que encontremos, sea fea o bonita digámosle ¡WAK’A!, quien sabe nos responda y nos tenga que decir algo importante.
Adrián ILave Inca
Inspirado en La sensibilidad cromática y estética del Inca Garcilaso Sylvia-Lyn Hilton y Amancio Labandeira Fernández
Fotografía : WAK’A de nuestra hermana Karen Rivadeneyra.
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