Fotografía: Caretos Portugueses
Estamos acostumbrados a pensar que al Perú llegaron solo españoles de cierta clase, vestidos de negro y plomo, pero sepan que cuando se conquista un lugar, llega con todo eso fiestas y costumbres, así como gente de todo el pais conquistador a buscar nuevas oportunidades. Por eso les traigo al debate lo siguiente.
CARETOS: Según la tradición ibérica, los Caretos de Podence y Galicia (personaje de origen de español y portugués) “corretean juguetones y saltan alborotados persiguiendo a los visitantes en un alarde de colorido y en un ambiente de fiesta honesta y pura. Las máscaras de nariz saliente y puntiaguda, vestido hecho de flecos y llevan campanas para llamar la atención del público. Así mismo saltan, persiguen a las chicas jóvenes, te golpean traviesos con sus largos moños de lana y hacen sonar sus chocalhos (campanas).
Fiesta ritualizada, ancestral, que hunden sus viejas raíces en la memoria del hombre prerromano y su vínculo con la tierra a la que tanto le deben. Así mismo es atribuida a la celebración principal de Saturno durante el imperio romano, entre el 17 y 23 de diciembre. De fuerte carácter rural, que se mezcla con otras señas de identidad únicas que distinguen culturalmente los territorios, como los burritos de raza mirandesa. Esta fiesta llega con el viento frío del norte, que tiene aromas a "fumeiro", a carnes a la brasa, pan de leña y café de puchero.“
UKUKUS:
Los “pablitos”, ukukus o pauluchas cubren rostro y cabeza con una máscara tejida o waqollo blanco o negro. Se abrigan con un vestido de lana negra con grandes flecos, adornado con una cruz blanca o roja en el pecho y campanitas a la altura de la cintura. Llevan un trozo de cuero con lana sobre el hombro, una pañoleta de seda de colores y un porongo de calabaza o concha colgando de su cuello sobre el pecho, a modo de instrumento musical. Calzan botines de fútbol y llevan en la mano un látigo fuerte, de cuero. Cargan consigo un muñeco de tamaño pequeño o mediano al que se conoce como “luichito” o “guagua”.
A nivel simbólico, los ukukus cumplen la función ritual de mediadores entre los campesinos y el mundo sacralizado de las altas cumbres montañosas. Con su atavío que connota cualidades semi-humanas, son capaces de ascender al glaciar; vencer a los “condenados” y extraer el hielo sagrado. Son intermediarios entre los hombres y los espíritus de las montañas o Apus. Su muerte accidental al caer en grietas del glaciar -carac- terizada por los peregrinos como “ser traga- dos por la nevada”- es concebida como una suerte de ofrenda a los dioses de la montaña, capaz de garantizar la fecundidad de las cosechas a lo largo del año (Flores Lizana, 1997:68).
Fotografia: Ukukus del Cusco
Conclusiones personales:
Siguiendo este camino para poder entender nuestro mestizaje, propongo a una reflexión:
- Las evidencias arqueológicas prehispánicas no nos han revelado hasta ahora ningún traje parecido al del UKUKU. Si bien en el mundo andino, antes de la llegada de los españoles, existían danzas con representaciones de trajes fantásticos, estos en su mayoría eran trajes que no poseían exactamente forma humana. Eran en su mayoría unkus o túnicas decoradas con metales, flecos, plantas o flores.
- La tradición de los Caretos sigue vigente y se bailan en algunas ciudades españolas y portuguesas y es de tradición milenaria. La coincidencia entre ambos personajes de “cuidar el orden y llevar campanas y látigos y tener una conexión con lo ancestral” así como en el traje con sus variables respectivas, me hace suponer en un “convenio o pacto” entre los españoles campesinos llegados al PERÚ (talvez también considerados nuevos cristianos) y los campesinos andinos que estaban em processo de evangelización, quienes quizás quedaron interesados en imitar o continuar la tradición de sus semejantes para su aceptación. Quien sabe, ocultar cómo lo hacían ellos sus antiguos cultos.
- La máscara del careto remete a Saturno y el del UKUKU a un español (si se fijan es blanco, de barbilla y bigote) , quizás para “imitar al cristiano”. Al mismo tiempo el UKUKU nace prácticamente en la época de la revolución de Túpac Amaru II, cuando la extirpación de idolatría fue más rigurosa y se prohibirían todo tipo de trajes andinos que recuerden ritos y sucesos ancestrales.
¿Será que el traje del UKUKU fue una buena excusa para poder continuar prologando alguna tradición ancestral que no conocemos, mediante el traje del Careto ibérico?
Cualquier dato que ayude o comentario será bienvenido a debate.
Adrián ILave Inca
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