Habían terminado las celebraciones de la conquista del Collasuyu. Inca Pachacútec decidió dar descanso al reino. Pero como era un hombre inquieto y de dormir poco, quizás por sus ganas de vivir intensamente, comenzó a observar algunas deficiencias del Cusco.
Dicen que hacia dos cosas: salía con dos acompañantes y caminaba por la ciudad para ver lo que pasaba y no dejaba que nadie lo interrumpa. La otra es que salía vestido de incógnito para escuchar lo que hablaba la gente. Esto nos cuenta Betanzos, pero lo mas probable es que no haya entendido la forma de pensar andina y no hay sido el propio inca. El soberano no se arriesgaría a salir a la calle solo, menos aun pisando el suelo con sus propios pies y una ciudad con inmigrantes cautivos.
Esto lo deduzco, porque cada cosa que el inca pisaba se tornaba huaca y lugar de culto, entonces se sacralizaba y se volvía lugar de culto. Inclusive habían caminos y puentes solamente para el inca y "sopena de castigo para quien quisiera pasar por ellos sin autorización del mismo". Por otro lado, siempre tenía sus “dobles”, personas de su linaje con su mando transferido a través de ritos especiales, que lo hacían acreedor de su poder solo por temporadas. Estos dobles podían vestir sus mismas ropas, inclusive la maskaypacha, usar litera y unku con tokapo, para ir a los lugares mas lejanos en su representación divina y conquistar. Lo mismo ocurría con esculturas - huacas que mandaba hacer y que lo representarían en cualquier lugar.
Reconstrucción hipotética de viviendas incas con techos.
Al haberse enterado de todas las deficiencias, injusticias y problemas y procedió a dictar leyes. Una de ella y al parecer era de gran importancia, eran los incendios. Las casas andinas, la gran mayoría eran hechas de material orgánico, principalmente ichu salvaje seco y trenzado con maguey, amarrado a vigas y columnas hechas de madera seca. Se sabe también que no siempre todo era piedra y es por eso que Pachacútec creó lo siguiente:
Estructura de casas: tenían que tener la base de piedra, para resistir las lluvias y los sismos, porque si la base fuera de barro, esta podría desmoronarse y colapsar. El adobe se ponía después de varias filas de piedras.Las casas del Cusco que optaran por continuar con adobe, tendrían que mezclarlo con paja y lana para fortificar la masa y luego pintarlas, para tener un buen visual.
Construir acequias y puquios entre los espacios que no tuvieran techo. Dentro de esa acequia de una palma de profundidad, tendrían que colocar en el fondo, piedritas para reducir la fuerza del agua y evitar que se desparrame por el suelo.
Construir la casa separada de la otra, por precaución de incendio o sismos.
Asi mismo, hubo una fuerte ley de prevención de quema de techos, por ser estos de material inflamable y al parecer eran contínuos: INCENDIO POR NEGLIGENCIA: Como les comentaba, parece que los incendios eran comunes y esto se pudo haber debido a que en las casas habían hogueras permanentes (talvés prender una todos los días daría mucho trabajo) y pidió que cada hoguera tuviera vigilancia OBLIGATORIA. La casa que se incendiara por descuido, los vecinos tendrían que acudir a ayudar a apagar el fuego. Asimismo podrían cogerse todo lo que encontraran, inclusive el terreno, sin que el dueño tuviera chance a reclamar.
INCENDIO POR ACCIDENTE: Si habia sido por algún otro factor que no incluiría negligencia, todos los vecinos deberían ayudar al afectado a apagar el fuego y coger las cosas hasta que se sepa la verdad del caso. Si el caso favorecía al afectado, todos deberían devolver hasta la mínima cosa que tomaron e inclusive, ayudarlo a edificar su nueva casa. Si esta persona quedó desabastecida de sus cosas, podría ir a las collcas del estado para coger todo lo que necesitase (ropa, comida, armas, etc)
INCENDIO POR VENGANZA: La persona que cometió el crimen, debería ser arrojado al Sancayhuasi, o sea, a la casa de las fieras hambrientas (felinos y anacondas) para que lo hagan pedazos. La casa del delincuente con todos sus bienes debería pasar para la persona afectada.
PERDIDA POR DESCUIDO: El estado también condenaba a la persona que perdía su casa por mala administración o abandono, quitándole todos sus bienes y llevándolo a la guerra como castigo. Sólo si demostraba que había cambiado se le devolvía todo. Adrián ILave Inca
Fuentes:
Juan de Betanzos, "Narración de los incas"
Guamán Poma de Ayala "Nueva Corónica u Buen Gobierno".
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